Muchas ronchas ha sacado Daniel Matamala con su última columna. Ronchas con las que tiene loco a los más fachos de este país, pues los deja en evidencia con sus contradicciones. Esta vez le tocó destruir a los llamados «patriotas» chilensis, aquellos que se juran amantes de Chile, pero andan encargando banderitas gringas por ali express y preocupados del triunfo de presidente extranjero, pero pasan por alto como el país cae en manos extranjeras. Un patriotismo patético y sin ningún sustento.
Acá un extracto:
«Según la RAE, un patriota es aquel “que tiene amor a su patria y procura todo su bien”. Nuestros primeros patriotas hicieron la revolución de la independencia, y nos legaron un Chile soberano. Pero dos siglos después, algunos autodenominados “patriotas” tienen otras preocupaciones: evitar un proceso constituyente en el último plebiscito (les fue mal) y hacer porras por la reelección del presidente de una potencia extranjera (ídem).
Mientras, no se enteran de noticias que a los verdaderos patriotas, esos de antes, les hubieran preocupado.
Esta semana, la empresa estatal china State Grid Corporation compró la distribuidora eléctrica más grande de Chile, CGE, por US$3 mil millones. El año pasado, State Grid ya había adquirido otra de las tres mayores distribuidoras, Chilquinta, en más de US$2 mil millones. Así, la República Popular China controlará el suministro eléctrico de 3,7 millones de hogares chilenos, el 57% del país.
La otra gran distribuidora es Enel, cuyo dueño principal es otro estado, el de Italia. Entre chinos e italianos, distribuirán el 89% de la electricidad de Chile, y de ellos dependerá el suministro del 79% de los hogares.
Así, 33 años después de la privatización de Chilectra, Chile vuelve a tener su distribución eléctrica estatizada, pero en manos de estados extranjeros. Además, el 28% de la principal empresa de transmisión eléctrica de Chile, Transelec, ya pertenece a otra estatal china, Southern Power Grid».
«LA CONSTITUCIÓN DE LOS PATRIOTAS»
La Constitución de 1980, en tanto, prohíbe al Estado chileno y sus organismos “desarrollar actividades empresariales o participar en ellas”, salvo que una ley de quórum calificado lo autorice. Una norma que, según el abogado Javier Couso, “es tan hostil, que no tiene similitudes en el mundo en el derecho constitucional comparado”.
Nótese la paradoja: la República Popular China o la República Italiana pueden comprar y controlar libremente empresas en Chile, incluso en un área estratégica como la eléctrica, pero nuestra República de Chile lo tiene prohibido.
LA HISTORIA Y SUS INTERVENCIONES DE EXTRANJEROS
«Los dos grandes quiebres de nuestra República fueron provocados en parte por los intereses económicos en Chile de los imperios de la época: el británico en el siglo XIX y el estadounidense en el XX. La Guerra Civil de 1891 fue financiada por el “rey del salitre”, el británico John Thomas North, enfrentado con el gobierno de Balmaceda. Y la campaña de desestabilización de Estados Unidos contra el régimen de Allende fue empujada por intereses como la minera Anaconda Copper y la telefónica ITT.
A sangre y fuego aprendimos en la Guerra Fría las funestas consecuencias de convertirse en peones en el tablero de las superpotencias. Ahora el imperio dominante del siglo XX (EE.UU.) comienza a ser desafiado en su área de influencia (América Latina) por el imperio desafiante del siglo XXI (China). ¿Cuál es nuestra estrategia frente a ese conflicto?» NINGUNA (VER COLUMNA COMPLETA)
Son temas que los patriotas de cualquier país discuten con interés. Pero los nuestros no. Están demasiado ocupados encargando banderitas gringas por AliExpress, y comprando jockeys con la leyenda “Make America Great Again” en el Mall Chino.
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